1. Capitulo III
1.1. La mayoria de las otras ciencias ignoran la dualidad radical, el tiempo no produce en ellas efectos particulares
1.1.1. La dualidad se impone ya imperiosamente a las ciencias económicas. La economía política y la historia económica constituyen dos disciplinas netamente separadas en el seno de una misma ciencia
1.1.1.1. La lingüística es a quien se impone esta distinción mas imperiosamente, pues la lengua es un sistema de puros valores de nada determina fuera del estado momentáneo de sus términos
2. Capitulo I
2.1. La lengua, reducida a su principio esencial, es una nomenclatura, una lista de términos que corresponden a otras tantas cosas
2.2. Lo que el signo lingüístico uno no es una cosa y un nombre, sino un concepto y una imagen acústica
2.2.1. El carácter psíquico de nuestras imágenes acústicas aparece claramente cuando observamos nuestra lengua materna
2.2.2. Entidad psíquica de dos caras, que puede representarse por concepto-imagen
2.2.2.1. Estos dos elementos están íntimamente unidos y se reclaman recíprocamente
2.3. Llamamos signo a la combinación del concepto y de la imagen acústica, pero en el uso corriente este termino designa, generalmente la imagen acústica sola
3. Capitulo II
3.1. A la masa social no se le consulta ni el significante elegido por la lengua podría tampoco ser reemplazado por el otro
3.1.1. La lengua no puede, equipararse a un contrato puro y simple, y justamente en este aspecto muestra el signo lingüístico su máximo interés de estudio
3.1.2. Ninguna sociedad conoce ni jamas ha conocido la lengua de otro modo, que como un producto heredado de las generaciones precedentes
3.1.2.1. Un estado de lengua dado siempre es el producto de factores históricos, y esos factores son los que explican por qué el signo es inmutable, es decir, por qué se resiste toda sustitución arbitraria