1. Definiciones
1.1. Monumentos Históricos:
1.1.1. Son Monumentos Históricos los lugares, ruinas, construcciones y objetos de propiedad fiscal, municipal o particular que por su calidad e interés histórico o artístico o por su antigüedad, se han declarados como tales por decreto supremo, dictado a solicitud y previo acuerdo del Consejo.
1.2. Monumentos históricos arquitectónicos
1.2.1. Monumentos históricos arquitectónicos: Son aquellas construcciones arquitectónicas con valor histórico y artístico para el grupo donde se erigió.
1.3. Patrimonios municipales, nacionales e internacionales:
1.3.1. a) Municipales: Son los inmuebles, objetos, equipos y maquinaria de la municipalidad, que tienen un valor y sirven para el desarrollo de sus actividades y el cumplimiento de sus fines. b) Nacionales: Son los bienes administrados por una nación, abarcan obras de arte de valor inestimable como palacios, parques, jardines, monasterios, artes decorativas de diverso tipo (mobiliario, orfebrería, porcelana, relojes...). c) Patrimonios internacionales: Son aquellos bienes (sean bosque, montaña, lago, cueva, desierto, edificación, complejo arquitectónico, ruta cultural, paisaje cultural o ciudad) de importancia cultural o natural excepcional para la herencia común de la humanidad, siendo estos administrados por el Comité del Patrimonio de la Humanidad.
1.4. Construcciones patrimoniales:
1.4.1. El Patrimonio Construido, está integrado por el conjunto de los bienes culturales inmuebles, que son expresión o testimonio de la creación humana, y se les ha concedido un valor excepcional arquitectónico, histórico, religioso, científico y/o técnico.
2. Leyes que rigen los patrimonios Históricos
2.1. • Las Fundaciones para conservación del patrimonio histórico se rigen por la ley 16/1985, de 25 de Junio del Patrimonio Histórico Español; Por la ley del Régimen fiscal de las Entidades sin fines lucrativos y por las normas de la naturaleza tributaria del Estado y de las Comunidades Autónomas que les sean de aplicación
2.2. • LEY DE PROTECCION Y DEFENSA DEL PATRIMONIO CULTURAL (Tomado de la Gaceta Oficial Nº Extraordinario 4.623, de fecha 03 de septiembre de 1993)
2.3. • Ley patrimonio histórico español 16/1985
2.4. • Ley 9/1993 de patrimonio cultural catalán – Decreto 78/2002 del Reglament de Protecció del patrimoni arqueológic i paleontológic de Catalunya
3. Movimientos en el marco de los monumentos Históricos Arquitectónicos
3.1. El imperismo
3.1.1. Fue un movimiento arquitectónico surgido en Escandinavia después de la Segunda Guerra Mundial, desarrollado especialmente entre los años 1940 y 1950. En reacción al rígido formalismo de la arquitectura racionalista, se buscaba una mayor espontaneidad y adaptación a la naturaleza, por lo que este movimiento entroncó con la arquitectura orgánica. Este estilo reivindicó los materiales tradicionales y las formas artesanales de construcción, así como revalorizó la decoración tradicional y buscó la comodidad doméstica. En general, los países nórdicos desarrollaron una variante regionalista de este estilo que dominó el panorama arquitectónico europeo entre las dos guerras mundiales, debido a las circunstancias de su clima y de los materiales utilizados, donde destaca el uso de la madera.1 En general, se buscaba una mayor adaptación al entorno natural, tal como preconizaba la arquitectura orgánica, uno de cuyos máximos exponentes fue el estadounidense Frank Lloyd Wright. Una de las obras representativas de este movimiento fue edificado en Venecia, llamado Pabellón de los Países Nórdicos en Venecia, diseñado por Sverre Fehn, fue construido entre 1958 y 1962. El espacio abierto fue diseñado en base a la reminiscencia de las ciudades nórdicas. Fredrik Fogh expandió arquitectónicamente el edificio en 1987. La cooperación entre Finlandia, Noruega y Suecia en Venecia inicio en 1962 después de finalizar la construcción del Pabellón Nórdico. Antes, la organización de cada país era únicamente nacional. De 1986 al 2009 el Pabellón era comisionado por todos ellos, con el fin de hacer un comisariato conjunto entre todos los países.
3.2. El historicismo
3.2.1. El historicismo, también denominado romanticismo, desarrollado principalmente en el siglo XIX y principios del XX concentraba todos sus esfuerzos en recuperar la arquitectura de tiempos pasados. Se trataba de imitar estilos arquitectónicos de otras épocas incorporándole algunas características culturales de ese siglo. La corriente con más auge dentro de este estilo fue la neogótica practicada en las islas Británicas que se basaba, como bien indica su nombre, en un nuevo gótico resucitado. Dentro de las construcciones realizadas siguiendo este estilo, destacan: El Parlamento Británico, proyectado por A. W. Pugin (1812-1852) y Charles Barry (1795-1860). El palacio, que es uno de los cuatro lugares Patrimonio de la Humanidad de la ciudad de Londres, declarado por la Unesco en 1987, se encuentra situado en la orilla norte el río Támesis, en la ciudad de Westminster, cerca de varios edificios gubernamentales en Whitehall. Puente de la Torre: es un puente basculante y colgante de Londres, construido entre 1886 y 1894, que cruza el río Támesis cerca de la Torre de Londres y se ha convertido en uno de los símbolos de la ciudad. Por esto, el Puente de la Torre es confundido a veces con el Puente de Londres, situado unos ochocientos metros río arriba.
3.3. El romanticismo
3.3.1. La arquitectura en el Romanticismo es un movimiento que buscó copiar los estilos arquitectónicos que se usaron en épocas previas, pero a la vez añadió detalles culturales del momento. El movimiento arquitectónico romántico ocurrió en el siglo XIX y a comienzos del XX, pero su mayor esplendor se vivió entre los años 1825 y 1875. Este movimiento arquitectónico se desarrolló en países como, por ejemplo: México, España y Colombia. Siendo Hispanoamérica donde se comenzó a trabajar más tarde y, por lo tanto, las obras más representativas son notablemente distintas entre sí. En España, a lo largo del romanticismo, el objetivo radicó en la necesidad de hallar una arquitectura nacional. Se enfocaron más en los sitios religiosos o de ocio, como casinos y plazas de toros. La Catedral de la Almudena, en Madrid, es una de las obras más representativas. Los arquitectos Francisco de Cubas y Enrique María Repullés estuvieron a cargo de la cripta, que cuenta con un estilo neorrománico. Fernando Chueca Goitia y Carlos Sidro hicieron la iglesia, que en su exterior cuenta con elementos neoclásicos y en el interior neogóticos.
3.4. El eclecticismo
3.4.1. El eclecticismo, en arquitectura, es una tendencia que mezcla elementos de diferentes estilos y épocas de la historia del arte y la arquitectura. Nacido en Francia y rápidamente exportado por toda Europa y Rusia, y luego a Estados Unidos, el estilo se manifestó en Occidente entre 1860 y finales de los años 1920. La arquitectura ecléctica, toma sus raíces en la arquitectura historicista. Si la arquitectura historicista se dedicaba más a imitar las corrientes de la antigüedad (como la grecorromana) y no a incorporarles características de otras culturas o arquitecturas, la arquitectura ecléctica se dedica principalmente a la combinación de corrientes arquitectónicas. La iglesia de la Madeleine, construcción inspirada en este movimiento, es una iglesia situada en la Place de la Madeleine en el distrito VIII de París, Francia, que constituye un ejemplo perfecto del estilo neoclásico con su pórtico octástilo. Concebido por Napoleón Bonaparte como un templo griego dedicado a la gloria de su Grande Armée en 1806, estuvo a punto de ser transformado en 1837 en una estación de ferrocarril, que hubiera sido la primera de París, antes de convertirse finalmente en una iglesia en 1845.
3.5. Las tendencias filosóficas
3.5.1. Una noción hoy bastante aceptada es que por su propia naturaleza la arquitectura está vinculada y es reflejo del pensamiento y las características sociales de la época en que se desarrolla. Sin embargo, esta hipótesis plantea en su generalización una serie de interrogantes que no resuelve en sí misma, debido a que tanto en el conocimiento como en la sociedad de una época existen diferencias internas notables. Por más que pertenezcan a un mismo momento histórico y estén relacionadas entre ellas, no es igual el pensamiento abstracto que el teológico ni el modo de vida de vasallos, nobles y sacerdotes. De estos diferentes tipos de pensamiento y grupos sociales la arquitectura, entendida como disciplina intelectual y profesional, depende y refleja los que están relacionados con lo que se podrían incluir en el término saber institucionalizado (aquel que tiene la labor intelectual, científica o artística, como base de su quehacer), por ser este el saber apoyado y financiado por las clases sociales que intervienen en la definición y construcción de la ciudad, con el fin de utilizar para sí los beneficios que se derivan del conocimiento. De manera general, la relación señalada entre saber institucionalizado y arquitectura puede enfocarse desde dos perspectivas distintas, aunque ligadas entre sí: • Por un lado, el análisis de aquellos espacios arquitectónicos que de una u otra forma acogen las actividades específicas de este saber. • Por otro lado, el análisis de la influencia de los contenidos del saber institucionalizado en la definición de espacios arquitectónicos particulares.