1.1. No te obsesiones con las calorías que debes consumir. Cada persona tiene necesidades propias. Si la báscula no se mueve, es porque estás tomando las que necesitas.
1.2. Si te dan ganas, puedes darte el lujo de comer un helado una vez a la semana, siempre y cuando este no contenga más de 300 calorías.
2. DEPORTIVA
2.1. La práctica del ejercicio físico activa nuestro metabolismo y genera la producción de radicales libres.
2.2. Un buen plan de alimentación debe ser equilibrado y acorde con tu estilo de vida y tus actividades.
3. ALIMENTACIÓN
3.1. Controlar la cantidad de sal en las comidas. Sustituirla por hierbas aromáticas, limón o especias que aporten un toque de sabor a los platillos.
3.2. Consumir un mínimo de cinco raciones de frutas y verduras por día.
4. OBESIDAD
4.1. El sobrepeso y la obesidad incrementan de forma directa las probabilidades de sufrir hipertensión, diabetes y, en general, enfermedades cardiovasculares.
4.2. La pérdida de 10% de tu peso puede disminuir de manera significativa el riesgo de padecer estas enfermedades
