Dimensiones del desarrollo

1. Dimensión artistica

1.1. Ésta dimensión describe los procesos que permiten al menor, expresar, apreciar y ser sensibles, frente a la cultura, sus entornos o si mismos. Esto da muestra de los niveles de abstracción requeridos, además de la comprensión de los estética. Aquí es que los niños apropian modos de expresarse, de crear, de asumir sus emociones y sus puntos de vista. Aquí se concretan varias dimensiones, es por esto vital estimular ésta en los menores.

2. Dimensión cognitiva

2.1. Ésta dimensión da cuenta de los distintos procesos de pensamiento que construyen el conocimiento en el menor y permiten razonar acerca de la realidad. Para Piaget exisitian tres procesos cognitivos en el pensamiento: asimilación, acomodación y equilibrio. El primero de los procesos (asimilación) da cuenta de la clasificación y apropiación de nuevos elementos perceptuales, por otro lado está la acomodación que permite que los sujetos modifiquen el conocimiento generado desde las experiencias o esquemas.,

3. Dimensión personal-social

3.1. Ésta es la dimensión que permite el desarrollo sexual, psicológico y cómo nos relacionamos con los demás. Ésta etapa determinará en gran medida la personalidad, según el autor, dependiendo de la relación que lleve con sus pares y sus cuidadores.

3.2. En ésta dimensión el niño se empieza integrar a la "cultura y vida social" explorando las emociones propias y las de los otros, creando un apego a sus cuidadores y relacionándose de distintas maneras dependiendo de la cercanía o apego a estos, permitiendole integrar en sí "elementos cognitivos y afectivos".

3.3. Con base a conceptos de Freud, existen unos hitos en el desarrollo del niño. El primero de estos es una sonrisa, en respuesta a un contacto frontal con un cuidador o adulto; como un primer contacto con el mundo y sus posibilidades de relacionamiento. El segundo se da al rededor de los 8 meses, momento en el que el menor experimenta una angustia por la ausencia de la madre, acompañado posiblemente de llanto como resultado de esta angustia, de esta manera conoce nuevas formas de relacionarse con los adultos. El tercer hito es la aparición del NO, debido a que alrededor de los 12 meses el niño tiene mayores posibilidades de desplazamiento, los adultos emplean en mayor medida ésta expresión, que entra en relación a un momento en que el niño es mucho más verbal y le permite hacer frente a las pautas u ordenes que se le den. Seguido de lo anterior, el niño a los 18 meses empezará a expresar mucho más sus disgustos e inconformidades, esto puede resultar en "berrinches, pataletas" y posibles agresiones a sus pares o cuidadores. En su segundo año de vida llegará, probablemente, como una pauta dada por sus cuidadores, el control de esfínteres, que se relaciona directamente a aspectos biológicos y emocionales. Esto favorecerá el desarrollo de su identidad corporal sexual, ya que permite el reconocimiento de sus necesidades y de sus sensaciones positivas o negativas.

4. Dimensión corporal

4.1. Ésta dimensión establece la relación que existe entre el dominio del cuerpo y el desarrollo del menor, dependiendo directamente de factores biológicos y sociales. Inicialmente el niño depende de los adultos, bien sea para sentarse, para los primeros pasos o para satisfacer sus necesidades primarias, luego paulatinamente adquiere independencia. Las distintas experiencias que enfrenta el menor, le permiten reconocerse en el espacio y ajustarse/entrenarse a las variables a las que se puede enfrentar, como las escaleras que implican procesos distintos en subida o bajada, o al caminar hace que se enfrente a distintos objetos. En este proceso el niño empieza a construir una imagen de su cuerpo a partir de como se relaciona con lo demás y las vivencias que genera; ademas entenderá que existen posibles peligros latentes, que lo preparen para la vida.