EL PROBLEMA DESDE UN PUNTO DE VISTA ECONÓMICO

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EL PROBLEMA DESDE UN PUNTO DE VISTA ECONÓMICO by Mind Map: EL PROBLEMA DESDE UN PUNTO   DE VISTA ECONÓMICO

1. Los problemas ambientales presentados en el capítulo anterior se producen por una multitud de causas, algunas de las cuales son naturales (una erupción volcánica, por ejemplo) y otras, la mayoría, producto de la intervención de la especie humana. Ésta, sin embargo, lleva ya unos cuantos miles de años conviviendo con las demás en este planeta, y nunca hasta ahora, aparentemente, habían revestido tal magnitud los problemas ambientales: nunca habían alcanzado tal gravedad.

1.1. INTRODUCCIÓN: MERCADO Y SATISFACCIÓN DE NECESIDADES

1.1.1. La especie humana, organizada en distintos niveles, tiene que resolver muchos problemas, algunos de los cuales tienen un contenido marcadamente económico. Entre éstos cabría destacar el de satisfacer una serie de necesidades de sus miembros, desde las más básicas (la propia supervivencia) hasta las que muchos observadores considerarían superfluas, tanto individuales como colectivas.

1.2. BIOSFERA Y MERCADO

1.2.1. La biosfera tiene un valor indudable, incluso en el sentido en el que se está empleando el término en este capítulo: un valor económico. Éste le viene dado por el hecho de que proporciona una serie de servicios que permiten satisfacer necesidades humanas y, por tanto, aumentar el bienestar de las personas.

1.2.1.1. Externalidades

1.2.1.1.1. Cuando un empresario productor de aceite de oliva contrata a un trabajador para que le ayude en la recogida de la aceituna, tiene que pagarle un salario que, como se apuntó más arriba, refleja el coste que para el resto de la sociedad supone que él utilice ese factor de producción: la productividad marginal del trabajador contratado (lo que hubiera contribuido a producir en otro sitio), o el valor del ocio

1.2.1.2. Bienes públicos

1.2.1.2.1. En muchas ciudades del mundo, el transporte colectivo está operado por compañías autónomas, públicas (municipales) o privadas. Estos autobuses, debido al combustible utilizado, son una de las fuentes principales de la contaminación atmosférica. El problema podría resolverse, en parte, si las compañías hicieran la inversión necesaria para modernizar sus flotas y reconvertirlas, por ejemplo, a la utilización de gas natural.

1.2.1.3. Recursos comunes: el problema del libre acceso

1.2.1.3.1. El fabricante de muebles que, paseando por el campo, ve en una finca un árbol idóneo para sus propósitos, puede intentar comprárselo a su dueño. Éste sopesará lo que el árbol le significa (la sombra que le da, su belleza, los frutos, el hecho de que fuera un ser querido quien lo plantara) y, si la oferta le compensa por la pérdida de estos valores, accederá a la transacción. En cualquier caso, quien se hace con este recurso tiene que pagar el valor que éste tiene para su dueño.

1.3. RACIONALIDAD ECONÓMICA Y DEGRADACIÓN AMBIENTAL

1.3.1. Los problemas ambientales tienen, como es obvio, multitud de causas. Algunas de ellas son naturales: la actividad volcánica, por ejemplo, agrava los problemas de contaminación atmosférica. Poco es lo que puede hacerse en este sentido, salvo una cuidadosa ordenación del territorio.

1.3.1.1. El problema de la deforestación: los colonos

1.3.1.1.1. La primera causa de deforestación en algunas regiones del mundo es, en efecto, la aparición de una serie de colonos que tumban o desmontan el bosque (a menudo por medio del fuego) para transformarlo en terreno agrícola o ganadero.

1.3.1.2. El problema de la deforestación: las empresas madereras

1.3.1.2.1. El otro gran agente de deforestación en el mundo no es otro que la empresa maderera. Apliquemos el mismo marco analítico que en el ejemplo anterior.

1.3.1.2.2. El objetivo de la empresa maderera es maximizar beneficios, para lo que necesita garantizarse el acceso a la materia prima (madera) al menor coste posible. Al igual que en el caso del colono, cuanto mayor sea el período de tiempo para el que adquiere esta garantía, mejor.

1.4. EL NIVEL DE CONTAMINACIÓN ÓPTIMO

1.4.1. Como se apuntó más arriba, la degradación ambiental de origen antrópico es, normalmente, un acompañante necesario aunque no deseable del proceso de producción, distribución y consumo de bienes y servicios: en otras palabras, de la satisfacción de una serie de necesidades. Es importante, en este sentido, sopesar cuidadosamente el bienestar que proporciona la satisfacción de las mismas, con el coste de hacerlo, para tratar de alcanzar alguna noción de equilibrio. Vamos a intentarlo, con la ayuda de algunos elementos muy simples del análisis económico

1.4.1.1. Analicemos, por ejemplo, el caso del agua, y preguntémonos por el bienestar que le proporciona a una persona cualquiera poder satisfacer una serie de necesidades gracias al acceso a este bien.

1.4.1.2. Supongamos que esta persona sólo contara con un litro de agua al día. No tardaremos mucho en ponernos de acuerdo en que el valor que para esta persona tiene el bienestar que este litro le proporciona no andará muy lejos de infinito: su vida depende de ese bien, la necesidad que satisface con él no es otra que la de la propia supervivencia. Añadamos ahora un litro adicional, y luego otro, y otro.

1.5. EL TEOREMA DE COASE Y EL PARADIGMA DE LOS DERECHOS DE PROPIEDAD

1.5.1. Si de lo que se trata es de completar la información que proporciona el sistema de mercado, construyendo unos precios allí donde éste se muestra incapaz de proporcionarlos, puede que el esfuerzo no sea realmente necesario. En efecto, da la impresión de que lo que subyace detrás de esta ausencia de precio es el hecho de que los recursos de la biosfera son de todos y no son de nadie. Es decir, que carecen de un dueño que, controlando el acceso a sus servicios, pudiera cobrar a cada usuario el valor que éste obtiene de los mismos. ¿Se resolvería el problema si se otorgara la propiedad de los recursos de la biosfera en favor de algún titular privado que, con capacidad de restringir el acceso a su disfrute, los gestionara en función de su valor? Algo así se vio que podía funcionar en el caso de los caladeros internacionales. Vale la pena pues analizar con algo más de detalle esta posibilidad.

1.5.1.1. En efecto, si fuera posible crear un mercado en el que el acceso a las funciones ambientales de la biosfera fuera objeto de compraventa, el problema, en principio, se simplificaría notablemente: el mercado se encargaría de ponerle un precio, y con ello el valor de estos servicios quedaría integrado en el proceso de toma de decisiones que les afecta

1.5.1.2. La empresa municipal de servicios que contempla la posibilidad de captar agua de un cauce fluvial, o de verter en él las aguas servidas sin tratamiento, sabría ahora que tendría que pagar a su propietario por hacerlo, y ya vería hasta qué punto le compensaba. El propietario del río, si no se aprovecha de su posición de monopolio, cobraría por el agua, o por permitirle arrojar sus residuos, por lo menos, la merma de ingresos que le produciría el no poder vender a otros usuarios del mismo (regantes, por ejemplo) sus servicios al mismo precio, dada la pérdida de cantidad y de calidad del agua experimentada. El problema se centraría, pues, en analizar las condiciones que harían aceptable este precio como un exponente del valor económico del impacto ambiental generado

1.6. EL VALOR DEL MEDIO AMBIENTE EN PRESENCIA DE RESTRICCIONES

1.6.1. Los ejemplos analizados en el epígrafe anterior planteaban situaciones entre las que era posible elegir: conservar un bosque determinado o explotarlo como depósito de madera; embalsar un río para garantizar el suministro de agua potable a un núcleo urbano o dejarlo como está; permitir la construcción de una estación de esquí en un paraje que se presta a ello o desarrollar otro tipo de oferta, menos agresiva con el entorno, para el disfrute de la naturaleza.

1.6.1.1. En cualquier caso, todas las alternativas contempladas eran compatibles con el equilibrio ecológico global del sistema, aunque la calidad ambiental asociada a cada una de ellas fuera distinta: de eso precisamente se trataba, de sopesar las posibles pérdidas de calidad ambiental en función de los beneficios obtenidos con ello.

1.6.1.1.1. En ocasiones, sin embargo, esta libertad de elección desaparece. No se puede optar por un curso de acción (seguir aumentando las emisiones de CO2 a la atmósfera), que ponga en peligro la supervivencia de la especie. En este caso, el proceso de valoración del impacto ambiental toma una nueva dirección.

1.6.1.1.2. Podría afirmarse que cualquier acción humana que violara un equilibrio ecológico previamente definido como esencial tendría un coste económico igual a infinito, ya que infinito es el valor de la función de la biosfera para la especie humana que queda degradada (el ser sustento de la vida). Sin embargo, esta argumentación es insatisfactoria: no por errónea, sino por incompleta.