Mi Nuevo Mapa Mental

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Mi Nuevo Mapa Mental by Mind Map: Mi Nuevo Mapa Mental

1. 1. Algunos elementos para la definición de texto

1.1. Valor comunicativo: un texto es un diálogo entre su productor y su destinatario. Siempre que hacemos un texto tenemos en mente a un lector (así el lector seamos nosotros mismos, como en el caso de un diario íntimo). Esto indica que todo texto nace de la intención del hablante de comunicarle algo a alguien. De ahí que la respuesta del lector haga parte también del circuito textual: en el territorio del lector se cierra el mensaje del autor.

1.1.1. Valor cultural: del valor comunicativo se desprende el cultural. Por tratarse de una actividad humana, el contexto sociocultural en el que germinan los textos impregna a los signos de un carácter particular. Descubrir esos matices hace parte de la tarea del lector y sin ella no podría conseguirse una comprensión completa

1.2. Valor estructural: en respuesta a su etimología (proveniente del latín “textus”: tejido), una condición esencial del texto es su organización, lo que determina el seguimiento de reglas de estructuración propias de cada tipología.

2. 4.2 En la fase de elaboración del texto (el primer borrador)

2.1. Una vez planeado mi trabajo –como decían los latinos–, trabajo mi plan. Ahora llega el momento de empezar a redactar y aunque esto no excluya la mirada constante a las dimensiones y niveles de la fase anterior, aquí nos centramos fundamentalmente en las siguientes: La semántica, porque allí entramos en contacto directo con las palabras y sus sentidos. Paralelamente decidimos sobre lo estilístico y lo retórico, a la luz del plan trazado.

3. 4. Escribir, el viaje de regreso

3.1. podríamos imaginar que si la lectura es una expedición hacia el corazón del lenguaje y la comunicación, la escritura sería el viaje de regreso. Aprovecharemos la coincidencia de tantos modelos teóricos en cuanto a tres fases del escribir (una de planeación, otra de redacción del texto y una última de revisión) y ubicaremos para cada una de ellas las dimensiones y niveles que ocuparían con más fuerza la atención del escritor. No quiere decir esto que una dimensión empleada en la primera fase ya para las demás se olvide; lo pragmático y lo superestructural, por ejemplo, atravesarían todo el proceso

4. 3. Leer, el viaje de ida por dimensiones y niveles en busca del sentido

4.1. Aportar una definición de lectura no sería tarea fácil. En primer lugar, nos obligaría a declarar que leer no es simplemente decodificar o una suma lineal de habilidades o solo cuestión de talento. Sin embargo, también podemos aprovechar todo el recorrido del apartado anterior para atrevernos a decir que leer no es otra cosa que atravesar de modo consciente las dimensiones y niveles del texto; leer es pasar por el lenguaje; es viajar en espiral por el tejido del texto; es encontrar los hilos invisibles que unen a lo notacional con lo pragmático y desde allí a cualquier dimensión y nivel.

5. 2. Un recorrido por las dimensiones y niveles del texto

5.1. La dimensión notacional: el primer contacto con el texto nos revela un conjunto de convenciones de la escritura (color, tamaño y forma de la letra, formato de página, equilibrio texto-imagen, márgenes, sangrías, puntuación, etc.). Estos arreglos, lejos de satisfacer caprichos de ornato, guardan relación directa con la intención del autor y la tipología del texto

5.2. La dimensión morfológica y sintáctica: el tejido del que está hecho el texto nos deja ver en la superficie palabras y oraciones. Un buen número de palabras se nos presentan modificadas en cuanto a género, número, persona, tiempo y modo verbal, etc

5.2.1. El nivel superestructural: las consideraciones se desprenden del valor estructurado del texto, que comentábamos antes. Aquí nos formulamos dos preguntas: ¿qué tipo de texto es y cómo está construido? Nos referimos a la estructura esquemática que define la ordenación global del texto y las relaciones entre cada una de sus partes.

5.2.2. Nivel macroestructural: está relacionado, según Van Dijk (1978), con las nociones de ‘tema’, ‘asunto’ o ‘idea general’. En este nivel se decide buena parte de la coherencia textua

5.2.2.1. Nivel microestructural: está constituido por las ideas principales de cada párrafo y las relaciones de diverso tipo (complementariedad, oposición, causalidad, orden…) que se presentan entre ellas. La relación entre estos tres niveles es profunda. Las superestructuras se “llenan” de contenido con las macroestructuras y éstas, a su vez, se despliegan en las microestructuras.

5.2.2.1.1. La dimensión semántica: este es el ámbito de los significados y los sentidos; lo semántico incluye aquellos que son convencionales y generales, como los que trae el diccionario y también aquellos que surgen del acuerdo entre hablantes de una comunidad lingüística; esto se deriva del valor cultural que mencionábamos en el apartado anterior. Aquí volvemos a citar a Neruda, pues las palabras “tienen sombra, transparencia, peso, plumas, pelos, tienen de todo lo que se les fue agregando de tanto rodar por el río, de tanto transmigrar de patria, de tanto ser raíces”. En suma, las palabras tienen memoria.

6. 4.1 En la fase de la planeación

6.1. Nuestra primera indagación sería por lo pragmático: ¿cuál es mi propósito?, ¿qué busco con mi texto?, ¿qué sé de las personas que lo leerían?, ¿qué pueden saber ellas del tema sobre el que escribo?, ¿qué impacto quiero causar?, ¿qué relación espero establecer con ellas? ¿qué imagen quiero proyectar? • Nuestra segunda preocupación es por lo superestructural: ¿qué tipo de texto quiero hacer?, ¿cómo vendrá estructurado?, ¿qué partes tendrá? • De ahí podemos definir la macroestructura: ¿cuál será el tema central?, ¿cómo puedo resumir la idea central de mi texto? • Derivado de lo macroestructural, aparece lo microestructural: ¿cuáles serán las ideas principales que formarán parte del tema?, ¿qué relación hay entre ellas?, ¿cuántos párrafos generarán estas ideas?, ¿qué ideas nuevas introduciré? ¿en qué orden desarrollaré el texto?