LO QUE FUNCIONA EN EL POLICIAMIENTO DEL DELITO, EL DESORDEN Y EL MIEDO AL DELITO

1. LO QUE FUNCIONA EN EL POLICIAMIENTO DEL DELITO, EL DESORDEN Y EL MIEDO AL DELITO

1.1. Tampoco se ha demostrado que el tercer componente del modelo estándar de policiamiento, la respuesta rápida a las llamadas de emergencia, reduzca el delito o siquiera aumente las probabilidades de realizar un arresto en la mayoría de las situaciones.

1.2. No se han hecho estudios acerca de los efectos directos de esta estrategia sobre el desorden o el miedo al delito

2. LO QUE FUNCIONA EN EL POLICIAMIENTO DEL DELITO, EL DESORDEN Y EL MIEDO AL DELITO

2.1. Hasta la fecha, ningún estudio analiza el impacto directo de las mejoras generalizadas en las técnicas policiales de investigación de los delitos, el desorden o el miedo.

2.2. Las investigaciones sugieren, sin embargo, que el único factor más importante que conduce a una detención es la presencia de testigos o de pruebas físicas , factores que no se encuentran bajo el control de la Policía y que son difíciles de manejar con mejoras en los métodos de investigación.

3. El modelo estándar de policiamiento se ha basado en la provisión de recursos policiales y en la aplicación de la autoridad como agentes de la ley para prevenir el delito y el desorden de manera uniforme en una amplia gama de delitos y en todas las jurisdicciones en que opera la policía.

4. LO QUE FUNCIONA EN EL POLICIAMIENTO DEL DELITO, EL DESORDEN Y EL MIEDO AL DELITO

4.1. La evidencia de los estudios de casos en los que la policía dejó de prestar servicios repentinamente demuestra que la ausencia de policía suele llevar a un aumento del delito .

4.2. Si bien estos estudios no suelen ser muy consistentes en su concepción, sus conclusiones sí lo son.

5. LO QUE FUNCIONA EN EL POLICIAMIENTO DEL DELITO, EL DESORDEN Y EL MIEDO AL DELITO

5.1. El patrullaje preventivo aleatorio en las diferentes jurisdicciones continúa siendo una de las prácticas policiales más arraigadas.

5.2. A pesar del uso continuado del patrullaje preventivo por parte de muchas fuerzas policiales, las evidencias que respaldan esta práctica son poco consistentes, y los estudios revisados tienen más de un cuarto de siglo.